viernes, 11 de marzo de 2011

Siga Siga (Parte 1)

El Juventud de Beccar de esta no se iba a salvar. Queda en el recuerdo aquella temporada 1992/1993 donde estuvo a punto de subir a la B y lograr la gloria.
Este club de la zona pobre del partido de San Isidro nace al igual que la mayoría de los clubes actuales del fulbo argentino, pero varias particularidades. Lo principal que hay que remarcar es el periodo histórico. Nace en el año 1984, cuando con la democracia, se come, se educa y se fifa  (?) y es el ultimo equipo directamente afiliado a la AFA del conurbano bonaerense. En minutos de su nacimiento (?) y al escuchar la viva voz del sector femenino del barrio, el machismo se dejo de lado y es el club precursor del futbol femenino en nuestro país, de manera amateur. Otra cuestión relevante es que gran parte de los fundadores eran habitúes, además de jugar al deporte mas maravilloso del mundo, de una biblioteca popular. Con reconocimiento municipal, esta biblioteca pudo zafar del periodo de hombres de verdes en el poder y  represión a sangre fría en las calles. No así igual, vale aclarar, de mas de una vez donde la seccional 3º de San Isidro hacia requisas sin orden alguna y se llevaba mas de un libro para censurar y hacer callar esas ideas que tanto les molestaban a los milicos. Desde sus inicios hasta la actualidad, TODOS SUS JUGADORES son provenientes de la zona norte del GBA, TODOS tienen que participar de las reuniones de la biblioteca y de la comisión directiva del incipiente club, TODOS en sus ratos libres tenían que ayudar como puedan a su club: desde pintar una tribuna, pasando por arreglar los caños de agua en los baños, hasta ayudar a cualquier niño del barrio que empiece a participar del Juventud tanto en materia deportiva, como así también de manera literaria. NINGUNO de los jugadores goza de sueldo, el goce mas verdadero de estos muchachos es representar al barrio en los torneos oficiales de AFA, con la camiseta violeta y amarillo. Y claro esta, que cada uno tiene su oficio, su profesión.
 Es ahí, entre libros de todos los autores que te imagines y calidos silencios, donde empieza el sueño y el grito de gol de Juventud. El más viejo de los fundadores alcanzaba los 34 años nomás, de ahí el nombre juvenil, tal vez, un poco trillado.
La practica del foot-ball la daban en un descampado lindante con la biblioteca, que meses después se convertiría en su actual reducto, con capacidad para unas 2000 personas, hecho a pulmón con albañiles y carpinteros vecinos del barrio que pudieron armar 3 coquetas tribunas de madera y una platea de cemento.
En términos de colores, para diferenciarse de los equipos con los cuales comparte la gran zona norte, Tigre y Acassuso, eligieron, en principio, el violeta. Propuesta dada por las mujeres en aquella reunión fundacional. Meses después se avivaron de que el violeta era el color afín de Villa Dalmine y entremezclaron el violeta con el amarillo, dando así una combinación extraña y jamás usada por ningún equipo.
Dos años después de su fundación se integra a la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y comienza a militar en la categoría más baja: la primera D. En su primera temporada obtuvo un aceptable 10º puesto, y fue la sorpresa por ganarle en las dos veces que tuvo que enfrentarse al campeón de dicha temporada, Muñiz. En la temporada 1990/1991 obtiene el ascenso tan deseado a la Primera C, tras consagrarse campeón de la mano de grandes baluartes como Izaroqui, Linorati, Cerval y Juan “el rengo” Gimenez, este ultimo goleador del torneo con 29 tantos. El posterior torneo pudo mantenerse en la competitiva divisional, salvándose del descenso por esas cosas locas que la AFA le pinto que no haya descenso y no hubo. Cosa de locos ya que el Juventud nunca tuvo buena relación ni guiños de ojos con los buitres que manejan nuestro futbol, cuestión que veremos mas adelante…
Llegamos a la temporada 1992/93 donde este humilde club de Beccar acaricia la gloria. En este torneo salio 5º y pudo clasificarse al reducido por pelear por el segundo ascenso. En dicho cuadrangular le gano por goleada al 2º, Defensores Unidos de Zarate. En la impactante final, jugada en el estadio neutral de Almagro, perdió 2 a 1 contra Argentino de Quilmes. De nada sirvió la impresionante caravana por Rolon, Panamericana y la Gral. Paz de parte de los aproximadamente  2000 bullangueros de Juventud de Beccar, que pintaron con sus camisetas y banderas el estadio del Tricolor de Villa Rafo de color violeta y amarillo. Quedo ahí atragantado ese casi gol del Rengo Gimenez a 3 minutos del final para alcanzar el empate. Más allá de la derrota, jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, luego de finalizar el partido y a pesar del sabor amargo festejando a su manera en el barrio, el logro más importante de la “Juve”..
En la temporada 95/96 fruto de una horripilante campaña, como así también de varios fallos arbitrales perjudiciales, desciende a la “D”. Es desde el año 1996 donde se mantiene en la divisional mas baja, con la esperanza intacta de subir.
Los fogoneros (su apodo se debe a varios fogones que iluminaban el estadio y la biblioteca debido al no poder pagar la luz en épocas de vacas flacas)  siempre tuvo dirigentes sin pelos en la lengua y ningún mango en el bolsillo. Más de una vez Roque García, uno de los fundadores y actual dirigente del equipo de la zona norte, salia a las puteadas del edificio de calle Viamonte por tanta tranza y matufia que desfilaba ahí adentro. Son muchos los partidos del fogonero perdidos a causa de árbitros cuervos y tranfugas, que cobran penales para el equipo contrario o anulan un gol legítimo al Juventud.
En cuestión social, en los últimos años de la década infame menemista, además de ser un club de futbol y cultural, tuvo que abrir sus puertas a las demandas de la barriada. Nace el MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados) Beccar en sus instalaciones y debajo de las tribunas de madera funcionan talleres de oficio y un comedor comunitario. Del plantel de 22 jugadores de la Juve de Beccar, 10 de ellos eran pertenecientes a los barrios La Cava y Villa Uruguay, las zonas más postergadas del partido “nariz para arriba” de San Isidro.
La campaña 2001/2002 trae la nueva ola juvenil (?) de dichas barriadas. Junior Pérez, Santi Insaurralde y el “Pichón” Santillán eran el tridente goleador de los fogoneros surgidos de las inferiores para esta temporada. En el partido debut golea 7 a 2 a Dep. Paraguayo con goles de Pérez (2), Insaurralde (2), Santillán, Astudillo y el histórico del club, Gimenez. Empata en 3 de visitante contra Villa San Carlos, en un partido complicado. Vuelve a ganar de local y goleando 4 a 0 a Central Ballester con 3 goles de Gimenez y uno de Santillán. Mejor imposible el comienzo para Juventud. Termina el año 2001 en la cima con 35 puntos. 18 PJ, 10 ganados, 5 empatados y solamente 3 perdidos por la minima diferencia, uno de ellos también con pésimo arbitraje al cobrar un gol de Sacachispas en off-side...

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